Ciberseguridad en el entorno empresarial

En las últimas décadas se ha producido un rápido avance de la tecnología. Cada año se adoptan nuevas innovaciones hasta el punto de que los productos que antes eran habituales se quedan anticuados. Sin embargo, al igual que los avances tecnológicos han beneficiado a la sociedad, también lo han hecho los ciberdelitos.

¿Qué se entiende por ciberseguridad?

Dicho de otro modo, la ciberseguridad es el conjunto de procedimientos destinados a salvaguardar los entornos digitales. Se considera un componente crucial de las tecnologías de la información, ya que garantiza el correcto funcionamiento de los aparatos y sus sistemas y protege la privacidad de usuarios, consumidores, empresas y organizaciones.

Los ataques informáticos pueden tener diversas consecuencias para los dispositivos conectados a redes compartidas o a Internet, desde la pérdida de datos hasta la destrucción de infraestructuras. La susceptibilidad de los usuarios aumenta aún más por la posibilidad de peligros o usos inadecuados de su dispositivo. Por no hablar de las acciones adicionales que pretenden causar daños a los usuarios en lugar de a los sistemas.

¿Cuáles son los componentes de un control de ciberseguridad?

La seguridad de la información es crucial para muchos tipos de actividades. Junto con estas operaciones se transportan conjuntos de datos necesarios para la prestación de servicios, los tratos comerciales, las transferencias de dinero y las conexiones a las redes sociales. Cualquiera de estas acciones puede detenerse si un hacker, o alguien que pretenda robar información, consigue acceder a un sistema susceptible de ser atacado.

Para los afectados, los daños ocasionados por los hackers pueden ascender a millones de pesos en pérdidas. Aunque es muy difícil protegerse por completo contra este tipo de asaltos, hay medidas que se pueden tomar para retrasarlos, minimizar la pérdida de información y detener la creación de nuevas vulnerabilidades que puedan llevar a más sucesos en el futuro.

Un control de ciberseguridad, a veces denominado marco de ciberseguridad, es una táctica empleada para disminuir los peligros a los que es susceptible un sistema. Debido a su carácter preventivo, su objetivo es evitar posibles ataques, frustrarlos y disminuir sus consecuencias.

Los riesgos de ciberataque pueden disminuirse con el uso de controles de seguridad, mientras que otros peligros requieren precauciones adicionales. Crear o disminuir la matriz de riesgos de su organización es uno de los primeros pasos que puede dar. Si desea conocer más información acerca de este tema, visite el sitio web innobit.mx.

Tipos de controles de ciberseguridad

Mantener seguras las operaciones de una empresa requiere algo más que implementar una sola precaución, ya que los estafadores son cada vez más frecuentes. Para minimizar los riesgos y permitir la aplicación de planes de respaldo en caso de que se descubra una vulnerabilidad que pueda poner en peligro nuestros datos, ahora es preferible emplear muchas salvaguardas de ciberseguridad a la vez.

En función de su función para frustrar los ciberataques, se han establecido cuatro categorías de controles de ciberseguridad: controles de gestión, físicos, tecnológicos y operativos.

Controles de gestión

Esta categoría contiene todas las políticas que la empresa ha puesto en marcha para reducir las amenazas a la ciberseguridad. Entre ellas se encuentran los procedimientos establecidos para gestionar la información, los canales por los que se transmite, las directrices que rigen el acceso y las limitaciones impuestas a determinados documentos, etc.

Controles físicos

Los controles físicos para la ciberseguridad son las herramientas, bloqueos, disuasores o barreras que mantienen los datos protegidos de los piratas informáticos, al igual que en otros ámbitos. Estos controles pueden incluir, entre otros métodos tradicionales, alarmas, cámaras de seguridad y cerraduras para restringir el acceso a los equipos.

Controles técnicos

Los controles técnicos, por su parte, están formados por una serie de protocolos de software que impiden el acceso ilegal a los datos. Las medidas tecnológicas más utilizadas son los cortafuegos, la autenticación en varios pasos, el cifrado de datos y el software antivirus.

Controles para las operaciones

Por último, las medidas destinadas a aumentar los conocimientos de los empleados y educarlos en la correcta gestión de la información se conocen como controles operativos. Los controles operativos forman a los empleados para que sigan adecuadamente las políticas de ciberseguridad establecidas por los controles de gestión.